¿Qué necesitamos para tener una casa acogedora? El diseñador Joa Herrenknecht nos habla de colores, grandes ventanales y recuerdos de la infancia.

Aunque la pandemia haya terminado, seguimos pasando la mayor parte del tiempo en interiores. Si nuestras emociones y experiencias pasadas influyen en nuestros gustos y sentido de la estética, ¿cuánto más deben influir en la creatividad de los diseñadores? Lea lo que el diseñador de producto y mobiliario Joa tiene que decir sobre las tendencias del hogar, la nostalgia, las influencias de la infancia y los modelos a seguir.

iF: Joa, muchas cosas de nuestra infancia, ya sean olores o colores, han conformado nuestro sentido de la estética e incluso lo que entendemos por la palabra "hogar". ¿Cómo fue tu infancia? ¿Cómo te influyeron estas estéticas, tanto positiva como negativamente?

Joa: Cuando era niño vivíamos en un pequeño apartamento, y más tarde nos mudamos a una casa en un pueblecito. Había muchas casas antiguas con entramado de madera, como las que abundan en el sur de Alemania. Lo único es que son muy oscuras por dentro. Teníamos un jardín relativamente grande, lo que era muy importante para mí. Mucha gente de mi generación vive en la ciudad, lejos de donde creció. Muchos echan de menos los espacios abiertos. Por eso son tan importantes los parques urbanos Cuando eres joven, quieres mudarte enseguida a la ciudad. En cuanto tienes hijos, empiezas a buscar más espacio... y tranquilidad. Aunque he vivido en Nueva York, Berlín y ahora Toronto, me siento arraigada a mi infancia en el pueblo. Puedo entender que Michele de Lucci eligiera irse al campo y trabajar allí. Pero también necesita la ciudad. Allí hay muchos encuentros interesantes. En algunas zonas te sientes más cómodo que en otras.

iF: Hablando de recuerdos de infancia: Barbie está presente en todas partes, incluso en el diseño de interiores, con el rosa y los cristales de Swarovski. ¿Es una vuelta al maximalismo o simplemente nostalgia?

Joa: Tengo que admitir que no he visto la película y que no me interesa mucho Barbie. No importa, no creo que todos vayamos a vivir en un futuro próximo en interiores teñidos de rosa y decorados con Swarovski. Por otro lado, creo que el color volverá. Quizá no de inmediato, pero dentro de cinco años habrá un movimiento contrario a la tendencia "gray and beige = greige", que reduce todas las estancias al mínimo absoluto. La tendencia natural no durará para siempre, aunque me parece estupendo que todos prestemos más atención a la cerámica y a las cosas hechas a mano. Quizá veamos una especie de fusión: paredes de barro, pero hechas con colores vivos, como India Madavi. Pero venga lo que venga, la sostenibilidad es lo más importante. No podemos seguir ignorándola. Ahí es donde entra también el diseño: Creo que si amamos un objeto, lo cuidaremos y lo conservaremos más tiempo.

iF: Durante años, los diseñadores de interiores y los arquitectos han tendido hacía las habitaciones grandes y luminosas con ventanas que van del suelo al techo. Los psicólogos dicen que nos sentimos más cómodos en habitaciones más pequeñas y acogedoras. ¿Qué opina al respecto?

Joa: Vivimos en una de esas casas con una gran cocina abierta y ventanas del suelo al techo. Durante la pandemia me di cuenta de dos cosas. En primer lugar, es maravilloso sentarse allí con toda la luz. Pero cuando vives en una casa con niños pequeños, una cocina abierta también puede resultar bastante ruidosa. Unos amigos míos están pensando en dividir la cocina de gran formato en habitaciones más pequeñas. Al fin y al cabo, no siempre se quiere ir al dormitorio para hacer zoom. También es cuestión de cómo te sientes en casa durante las horas de trabajo. Pasamos mucho tiempo en la oficina, tanto dentro como fuera de casa. Y las oficinas son menos susceptibles a los colores de moda, como el magenta.

Sin embargo, los grandes ventanales han llegado para quedarse. La luz del día es tan bonita, pero también muy importante para nuestro estado de ánimo.

iF: ¿Quiénes son sus modelos en el diseño y qué ha aprendido de ellos?

Joa: Hay muchos. Estudié en la Hochschule für Gestaltung Karlsruhe con Stefan Diez, Werner Aisslinger y muchos otros fantásticos diseñadores industriales. Después trabajé para Patricia Urquiola en Italia y aprendí mucho de ella. Su perseverancia era -es- impresionante. Tiene tanta fuerza y energía. En Italia también aprendí que "ser diseñador" es también una opción vital. Puedes decidir cómo quieres trabajar igual que decides tomar un buen café. Además, algunos grandes productos surgen por accidente. En aquella época trabajábamos mucho, pero también nos divertíamos mucho juntos. El equipo era genial. Algunos diseñadores saben crear un gran equipo a su alrededor, lo cual, además de todo lo demás, es una gran habilidad.

iF: ¿Qué más quieres del diseño?

Joa: Quiero trabajar en productos o proyectos que tengan un ciclo de vida largo. Que se produzcan y comercialicen durante mucho tiempo y que sigan existiendo dentro de 10 o incluso 20 años. Como diseñador, pero también para las empresas, cada vez es más importante pensar en la sostenibilidad. Todos tenemos que comprar menos pero de mejor calidad: no es una moda, ¡es una obligación!